En el origen del malestar de muchas personas están las dificultades y problemas de pareja. Estos se deben, en muchos casos, a los malentendidos, los conflictos y la complejidad inherentes a las relaciones humanas -y a los que no escapa la relación amorosa-, y en otros, a los momentos de cambio, situaciones de crisis, o acontecimientos que pueden ocurrir en el proceso de la vida de la pareja:
- Problemas de comunicación.
- Sentimientos de insatisfacción, soledad, abandono, etcétera.
- Dependencia emocional.
- Problemas de convivencia.
- Cuestiones relacionadas con la sexualidad.
- Celos.
- Infidelidad.
- Maternidad/Paternidad.
- Esterilidad.
- Adopción.
- Relación de maltrato.
- Enfermedad de un miembro de la pareja.
- Problemas laborales y/o económicos.
La escucha y la palabra, en el marco de trabajo con una pareja, puede permitir abordar las dificultades o problemas que estén existiendo, o bien poder llegar a la conclusión de la conveniencia de que uno de los dos (o ambos) realicen un trabajo terapéutico individual.